La Depre

La depresión es un tema que incomoda, molesta y en ocasiones, incluso ofende. Pero es real. Nos guste o no.

Es normal sentirnos tristes cuando nos pasan cosas malas. Cuando una relación termina, cuando no alcanzamos un logro académico o laboral, cuando tenemos dificultades económicas, cuando un ser querido muere, en fin, tantas posibilidades. Pero una cosa es sentirse triste por una razón concreta y otra muy diferente es sufrir de depresión, de depresión clínica.

La depresión clínica es como cualquier otra enfermedad, pero no como un resfriado o un dolor de cabeza que normalmente se van solos después de un rato. Esta es más como un dolor crónico que duele tanto que eventualmente no permite que la vida siga de manera normal.
Es un dolor que aísla, retrae y desconecta del mundo a quien lo sufre.

Lamentablemente, no es una enfermedad fácil de detectar. Pueden pasar años antes de que sea descubierto. El propio enfermo se va a empeñar en negarla, esconderla e intentar ignorarla, pues es una enfermedad llena de culpabilidad. Culpabilidad por un dolor insoportable que, posiblemente, a primera vista no tiene mucho sentido.

Todo el mundo tiene problemas. Sin importar clase social, apariencia física, relaciones o situación personal. Pero alguien con depresión se siente mal constantemente a pesar de que es muy probable que tenga un gran número de cosas positivas en su vida. De ahí nace la culpa. ¿Por qué me siento así de mal si tengo una casa, comida, personas que me aman y tantas cosas más? ¿Con qué derecho puedo sentirme así? Así la persona no solo se siente mal, sino que además se siente culpable por sentirse mal. Es un círculo vicioso que a los ojos del enfermo parece eterno y es insoportable.

Debido a esto, muchas personas que sufren de depresión y no han sido diagnosticadas o medicadas contemplan o incluso llevan a cabo el suicidio.

Pensemos en esto por un segundo. Una persona se despierta en la mañana y desde el momento en que abre los ojos siente que es el peor día de su vida. No se quiere levantar, no se quiere arreglar, no quiere salir ni quiere ver a nadie. Lo único que suena realmente bien es quedarse llorando en su cama, otra vez, sin un motivo aparente. Para una persona con depresión clínica esto pasa todo el día, todos los días. Es un estado normal y cotidiano. Y siendo sinceros, pensar en un futuro donde todos los días sean así es simplemente escabroso, a tal punto que poner un término a la existencia empieza a parecer una buena opción e incluso, a veces, parece ser la única.

Ahora, no olvidemos que al mismo tiempo que se dan todos estos conflictos internos, sigue existiendo el ámbito social, las relaciones sociales siguen. ¿Cómo ve el resto del mundo a este individuo?
Normalmente, las personas que sufren esta enfermedad no son muy sociables ni extrovertidas y muchas veces pueden paras por amargadas o maleducadas, aunque en realidad no sea el caso.

Por esto último es importante no juzgar ni sentenciar a nadie sin conocer a fondo su situación. Hay batallas personales de todo tipo y la depresión es una de ellas. Es necesario desestigmatizar esta y tantas otras enfermedades mentales que se salen de control e incluso llegan a  controlar la vida entera. Es importante tomar conciencia, de nosotros y los que nos rodean. Hablar, compartir y apoyar. Además, ser capaces de notar los síntomas en nosotros mismos y tener el valor de aceptarlo y buscar ayuda.

La salud mental es igual o incluso más importante que la salud física.

Me encantaría leer sobre casos, sobre cómo se han relacionado ustedes con la depresión y llegar a compartir mi propia experiencia.

Quisiera dejar en claro que todo lo que digo aquí está basado en opinión personal y que si alguien no está de acuerdo estoy más que dispuesta a escuchar otros puntos de vista, aprender e incluso aceptar que me he equivocado cuando sea el caso.

Gracias por leer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El primer gato parlante